
Cuando uno piensa en una cámara que puede hacerlo todo —fotografía de alta resolución, vídeo profesional, excelente rendimiento en condiciones de poca luz, enfoque rápido y conectividad completa— pocas opciones surgen tan equilibradas y completas como la Sony A7 IV. Esta cámara mirrorless full-frame no solo es una evolución lógica de su predecesora, sino una reinvención profesional que la convierte en una herramienta confiable tanto para fotógrafos como para videógrafos, vloggers y creadores de contenido.
Desde el primer momento en que la tuve en las manos, supe que estaba ante una máquina diseñada con precisión. La sensación de robustez del cuerpo, la disposición intuitiva de los botones, la pantalla abatible y táctil… Todo grita «estás listo para producir contenido de alto nivel». Pero más allá de la primera impresión, su rendimiento me ha sorprendido una y otra vez.
Diseño profesional y ergonomía que inspira confianza
Una de las primeras cosas que notas al usar la Sony A7 IV es lo sólido y profesional que se siente su cuerpo. Está fabricado con una aleación de magnesio y sellado contra el polvo y la humedad, algo que agradezco cada vez que salgo a grabar en exteriores. No importa si estoy en medio de una sesión de retrato o grabando un video en un entorno urbano con cambios de clima, esta cámara aguanta el ritmo.
Su empuñadura está perfectamente esculpida, y la nueva disposición del dial de modos —que ahora permite cambiar entre foto, vídeo y S&Q con solo un giro— es simplemente brillante. Me permite pasar del modo foto al modo vídeo sin detenerme a configurar manualmente todos los parámetros. La pantalla táctil abatible también me ha salvado en más de una ocasión al grabar desde ángulos incómodos o cuando estoy vloggeando frente a la cámara.
Sensor Exmor R de 33 MP y procesador BIONZ XR: calidad sin concesiones
Sony ha conseguido un equilibrio impecable entre resolución, rango dinámico y velocidad gracias a su sensor Exmor R CMOS retroiluminado de 33 megapíxeles y el potente procesador BIONZ XR. Los resultados son espectaculares: imágenes nítidas, colores precisos, excelente rendimiento en ISO altos y una riqueza tonal que me ha permitido capturar escenas nocturnas sin perder detalle.
Gracias a su motor de procesamiento, la cámara puede disparar en ráfaga a 10 fps sin perder calidad, algo crucial cuando estoy fotografiando acción rápida, naturaleza o incluso eventos. Lo mejor: lo hace sin atascarse, y el buffer responde de maravilla.
Lo más impresionante es cómo la A7 IV mantiene la calidad en condiciones difíciles. Incluso en baja luz, las imágenes mantienen textura y nitidez, con un ruido digital controlado que rara vez arruina una toma.
Rendimiento fotográfico: ráfagas, precisión y Eye AF imbatible
La joya de la corona en la fotografía de esta cámara es su sistema de enfoque automático híbrido con 759 puntos de detección de fase y el sistema Eye AF en tiempo real, que funciona para personas, animales e incluso aves. No estoy exagerando cuando digo que rara vez pierdo el enfoque, incluso cuando mi sujeto está en movimiento.
El Eye AF es tan preciso que me ha permitido capturar retratos en los que la nitidez del ojo es tan perfecta que no necesito ajustar nada en postproducción. Cuando fotografío animales, el seguimiento ocular cambia automáticamente según la especie, lo cual es una ventaja si haces fotografía de naturaleza o trabajas con mascotas.
Para deportes o acción, el enfoque continuo y las ráfagas de 10 fps son suficientes para capturar el momento justo, sin importar lo impredecible que sea la escena. Este nivel de fiabilidad marca una diferencia real cuando trabajas bajo presión o en situaciones irrepetibles.
Grabación de vídeo 4K 60p 10-bit: una herramienta para cineastas
Si el apartado fotográfico es impresionante, el vídeo es sencillamente nivel cinematográfico. La A7 IV graba en 4K a 60 fps en 10 bits con sobremuestreo desde 7K en los modos 24/30p. Esto da como resultado imágenes increíblemente detalladas, suaves y ricas en matices.
Incorpora perfiles de color profesionales como S-Cinetone, S-Log3 y HLG, lo que me ha permitido adaptar los vídeos para distintas plataformas y estilos de trabajo. El S-Cinetone, en particular, ofrece un look cinematográfico sin necesidad de una corrección de color agresiva, lo que es ideal para entregas rápidas.
Otro punto clave: no se sobrecalienta, incluso en grabaciones largas. He filmado entrevistas, eventos y contenido para redes sociales durante horas sin preocuparme por interrupciones térmicas, algo que con otras cámaras siempre ha sido un problema. Es una cámara que está lista para cualquier desafío audiovisual.
Estabilización de imagen y grabación a pulso: sin límites
Una de las funciones que más me ha sorprendido es el sistema SteadyShot INSIDE de 5 ejes, especialmente al combinarlo con el modo Active IS. Gracias a esta tecnología, he podido grabar vídeos a mano con una estabilidad impresionante, sin necesidad de gimbal en muchas situaciones.
El nuevo sistema también incluye compensación de focus breathing, una molestia común en vídeo cuando el enfoque automático cambia la distancia focal aparente. Esta función me ha dado tomas más suaves y profesionales, sin saltos visuales molestos.
Ya sea caminando, grabando tomas estilo documental o simplemente haciendo planos detalle con movimiento, esta estabilización hace que la Sony A7 IV se sienta como una cámara de cine en un cuerpo compacto.
Conectividad total: streaming, transferencia y control remoto
La Sony A7 IV está totalmente preparada para los flujos de trabajo modernos. Tiene Wi-Fi de doble banda, Bluetooth, USB-C 3.2 y permite transmisión en vivo en 4K mediante UVC/UAC, directamente desde la cámara.
Esto me ha permitido usarla como cámara web sin necesidad de capturadoras externas y con una calidad visual increíble. Además, su compatibilidad con tarjetas CFexpress Tipo A permite grabaciones rápidas y confiables, sobre todo en vídeo 4K de alta tasa de bits.
El control remoto desde la app Imaging Edge también me ha sido útil en sesiones donde necesito disparar sin tocar la cámara, como en grabaciones tipo vlog o fotografías con trípode.
¿Para quién es la Sony A7 IV? Fotógrafos, vloggers y más
He usado esta cámara en diferentes contextos, y siempre ha cumplido. Es perfecta si eres fotógrafo profesional que trabaja en bodas, retratos, producto o naturaleza. Pero también es ideal si haces streaming, vlogging o contenido para redes sociales.
La versatilidad de sus funciones, la calidad de imagen tanto en foto como vídeo, la conectividad, la estabilidad al grabar y su facilidad de uso la convierten en una herramienta profesional sin complicaciones.
Incluso si vienes de un modelo anterior de Sony (como la A7 III), notarás el salto en color, enfoque, grabación y flujo de trabajo. Si estás empezando pero buscas una cámara que te acompañe durante muchos años de evolución profesional, esta también es tu opción ideal.
Accesorios recomendados y packs que elevan la experiencia
Para exprimir todo el potencial de la A7 IV, recomiendo invertir en objetivos Sony G Master, especialmente si haces retratos o necesitas nitidez profesional. También me han sido útiles:
- Micrófonos tipo shotgun o lavaliers si grabas voz.
- Grip vertical para sesiones largas o fotografía vertical.
- Tarjetas de memoria UHS-II para grabación 4K sin interrupciones.
- Baterías adicionales (aunque la batería original dura bastante).
Muchos distribuidores ofrecen packs especiales con descuentos, ideales si quieres empezar fuerte con todo lo necesario.
¿Vale la pena la Sony A7 IV?
Después de meses usando la Sony A7 IV, puedo decir con total convicción que vale cada euro invertido. Es una cámara equilibrada, versátil y profesional, que responde igual de bien si estás grabando un cortometraje, cubriendo un evento o creando contenido para redes.
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